¿Quién fue Carl Sagan y su icónica serie Cosmos?, pues he de decir que tanto él, como su serie, fue la que influyó que muchos de mi generación nos acercáramos a la ciencia y su divulgación.

Desde pequeño, y ya tengo una edad, siempre me gustó soñar con los viajes espaciales, y a la vez pensar y preguntarme, ¿qué podemos encontrar fuera del sistema solar? Es decir, a nivel cósmico dónde tenemos nuestro bonito y vulnerable planeta, y cómo no, hacerme las preguntas de siempre ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? Sé que a algunas personas le sonará a la canción de Siniestro Total, pero lo cierto es que son cuestiones que la humanidad se plantea desde tiempo inmemoriales.
En mi caso, recuerdo que hacía mi hueco entre las tareas del día para ver series de dibujos como Ulises 31, La batalla de los planetas (comando G), u otras como Galáctica o V, y películas como Star Wars, o muchas más del género de ciencia ficción, como la serie documental Cosmos. Esta última fue la creación divulgativa que más marcó a la gente de mi generación. De hecho, cada vez que tengo algún encuentro con aficionados a la astronomía, y que son más o menos de mi edad, no paramos de hablar de qué manera nos influyó esta serie.
Esto se debe mayoritariamente a Carl Sagan, que inculcó una forma distinta de ver el cosmos y dejó su impronta en esta producción. No se limitaba solamente a enseñar los misterios del universo, sino que también te hacía reflexionar sobre quiénes somos y lo insignificantes que llegamos a ser si lo miramos desde el punto de vista cósmico.
Como científico, Sagan promulgó que Venus, al contrario de lo que se creía en la época, era un planeta con temperaturas muy altas en su superficie debido a un gran efecto invernadero, hecho que se confirmó en 1962 con la exploración del planeta por la sonda Mariner 2. También desarrolló teorías sobre el satélite Europa del planeta Júpiter, en las que pronosticaba que existían océanos subterráneos de agua. Esta particularidad de Europa, fue confirmada por la misión Galileo de la NASA, que se llevó a cabo desde 1989 hasta 2003, lo que a su vez implica importantes connotaciones en astrobiología. Sagan contribuyó a mejorar la compresión de los cambios estacionales de Marte.
Estuvo ligado casi desde el principio con el programa espacial estadounidense, como las misiones Apolo que llevaron al hombre a la Luna, y otras robotizadas que la NASA desplegó con el propósito de estudiar mejor y más detalladamente el sistema solar, como los programas Mariner.
Además, desarrolló la placa con información de nuestro planeta en las sondas Pioneer lanzadas en los años 1972 y 1973, y los discos que viajan con las sondas Voyager 1 y 2 (en 1977), y que a día de hoy siguen operativas enviando información y lecturas desde fuera de nuestro sistema solar.
Como divulgador, Carl Sagan escribió también una gran cantidad de libros, entre ellos Cosmos, homónimo de la serie de televisión; Contac, novela sobre la exploración del universo en busca de vida y que, incluso, fue adaptada al cine en 1997, ganó el premio Pulitzer en la categoría de obra de no ficción general al ensayo, por su obra Los dragones del Edén.
En definitiva, y tal y como se puede apreciar, era todo un referente, no solo por lo expuesto aquí, además por ser escéptico con la mayor parte de las cosas, incluyéndose las posiciones científicas. Una de sus frases míticas es: “Afirmaciones extraordinarias requieren evidencias extraordinarias”, en una clara defensa del pensamiento crítico y del método científico.
Asimismo, advirtió a la humanidad sobre la deriva del ser humano hacia el antropocentrismo, y escribió en el final del capítulo Blues para un planeta rojo de su libro Cosmos: “Si hay vida en Marte creo que no deberíamos hacer nada con el planeta. Marte pertenecería entonces a los marcianos, aunque los marcianos fuesen solo microbios”.
Desde luego, Carl Sagan ha sido y seguirá siendo un referente en la divulgación de la ciencia y, en especial, de la astronomía en todas sus vertientes.
Hoy en día continúa vigente su forma de pensar, sobre todo en considerar el pensamiento crítico como parte fundamental del ser humano, y más en estos tiempos que recibimos una gran cantidad de información sin pasar por la criba de lo que podemos considerar útil o no (fake news). Aunque claro está que para formarnos una idea clara de cualquier opinión debemos considerar en primer lugar todos los puntos de vista y, a partir de ahí, formar el nuestro propio.
Solo puedo decir, ¡GRACIAS! Principalmente, por desarrollar e influir en nuestra forma de ver la vida y al ser humano, y además por hacernos entender que solo somos un pequeño punto azul en un inmenso cosmos (The pale blue dot).
¡Buenos cielos!
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Estoy muy de acuerdo con su frase:
“Si hay vida en Marte creo que no deberíamos hacer nada con el planeta. Marte pertenecería entonces a los marcianos, aunque los marcianos fuesen solo microbios”.
Porque nuestra vida «inteligente» solo puede llevar allí lo mismo que aquí: contaminación, destrucción,…