“LA ESPAÑA VACIADA” Y EL ASTRO TURISMO Cómo puede ayudar el turismo astronómico a frenar la despoblación.

“LA ESPAÑA VACIADA” Y EL ASTRO TURISMO

Cómo puede ayudar el turismo astronómico a frenar la despoblación.

“LA ESPAÑA VACIADA” Y EL ASTRO TURISMO

Cómo puede ayudar el turismo astronómico a frenar la despoblación.

La resiliencia es la capacidad del ser humano de sobreponerse a situaciones difíciles.

Desde hace tiempo, no dejamos de escuchar ni de leer una denominación sobre la despoblación de los pueblos pequeños en algunas de las provincias del país, “la España vaciada”.

Se habla de esta situación como algo malo, pero está claro que los recursos son limitados y esto no ayuda a fijar población. Pero, ¿por qué no convertir las amenazas en oportunidades?

En las redes sociales se está difundiendo un vídeo que habla de esas virtudes, una naturaleza al alcance de la mano. Es decir, sin atascos, sin la necesidad de desplazarte a cada momento en coche, viviendo además en un ambiente tranquilo y repleto de lugares que compartir.

En mi caso, aficionado a la astronomía, un cielo oscuro en donde las estrellas se asoman en cuanto el sol se oculta por el horizonte oeste es suficiente para decantarme; las poblaciones pequeñas tienen esto. Sin embargo, en las grandes te tienes que desplazar hasta cientos de kilómetros para poder disfrutar de un cielo decente y del espectáculo de la noche puesto que no nos vale con salirse a las afueras.

El astro turismo pone en valor precisamente esto, disfrutar del cielo en un entorno natural como lo hacían nuestros abuelos, por lo que hace que esos pueblos tengan un recurso al alcance y así un valor añadido para atraer riqueza y dinamización a la España vaciada.

En el tiempo que llevo con mi proyecto Astro Experiencias he descubierto cielos impresionantes y no solo en mi provincia, Ciudad Real, sino en otras, pueblos que además cuentan con yacimientos arqueológicos poco conocidos, pero importantes en la historia, además de museos, edificios emblemáticos, etc. Debemos recabar todos esos recursos y mostrárselos al mundo.

A “la España vaciada” hay que enseñarle a explotar los recursos que tiene mientras los dotamos con servicios necesarios para fijar población y riqueza en el territorio. Es difícil que una familia resida en estas localidades si no disponen de un colegio adecuado, una sanidad de calidad, o sin un mínimo de comercios de necesidades primarias. En definitiva, tenemos que transformar las amenazas en oportunidades, a la vez que les ayudamos a que enseñen las virtudes de la vida rural al mundo.

Empecemos por contribuir las personas, acerquémonos a los pueblos y disfrutemos de su naturaleza, de sus gentes, de su gastronomía y de sus cielos, apostemos por “la España vaciada”.

¡Buenos cielos!

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